En un evento para emprendedores esta semana hemos vuelto a oír cómo se habla de incubadoras y aceleradoras para startups como si fueran la misma cosa, como si se pudieran utilizar indistintamente ambos términos y a pesar de que ambos comparten ser organizaciones que forman parte del ecosistema emprendedor, existen diferencias entre unas y otras. Por eso queremos ayudaros a distinguir qué es una y otra.

incubar 2Empecemos por las INCUBADORAS: inicialmente las incubadoras eran sitios donde se “creaban” proyectos propios de los inversores o las empresas, la mayor de las veces  partiendo de la idea y sin un equipo emprendedor detrás, sino que se iban buscando las personas más idóneas para liderar ese proyecto, además se hacía una gran inversión (en tiempo y en dinero) para que el proyecto pudiera crearse y desarrollarse; de ahí su nombre “incubar”.

Si nos vamos a la etimología del término,  está formado por el prefijo  in + la raíz cub que significa “estar acostado”; está relacionado con una práctica ritualístico-mágica de la antigua Grecia en la que se practicaba el rito de la “incubatio” en la que el enfermo debía dormir en el suelo de un templo hasta tener un sueño significativo que le indicaba qué debía hacer; este sueño era interpretado por los sacerdotes.

Pues bien, salvando las distancias, ese rito de la “incubatio”  es lo que se hace con la idea de emprendedor: se la “acuesta” para que pueda desarrollarse, crecer y es “acompañada” en el largo proceso por unos “sacerdotes”  (mentores e inversores).  Posteriormente el concepto ha ido evolucionando para definir a eses  espacios diáfanos en los que los emprendedores pueden instalarse durante unos meses con todos los servicios incluidos hasta que empiezan a operar y en los que se les ayuda en la fase de creación de su startup mediante sesiones de formación y mentoring especializado.

Algunos ejemplos de incubadoras, en su concepto inicial en España son el Grupo Intercom, DAD, Grupo ITnet , Mola y en el concepto evolucionado serían The Founder institute o Socialnest.

 

acelerarLas ACELERADORAS, por el contrario buscan proyectos ya en marcha, con unas determinadas métricas (gran potencial de crecimiento, unas tasas de retorno de la inversión altas, alta escalabilidad…) y que buscan darle velocidad al proyecto, ayudarlo a crecer  en un periodo corto de tiempo (pero ojo, el proyecto ya ha “nacido” y está en marcha, a diferencia de las incubadoras). Y ahí sí, normalmente le ayudan  no siempre con aportación de capital, pero siempre ofreciendo formación, mentoring y contactos para que éstas puedan desarrollar su motor de crecimiento.

Igual que antes, si nos vamos al origen etimológico del término “acelerar” viene del latín “celer” (que significa rápido), a través del verbo accelerare  que significa dar rapidez, apresurar. Así pues, la aceleradora busca darle rapidez al motor de crecimiento de la startup.

Algunos ejemplos de aceleradoras en España son Seedrocket, Wayra, Tetuanvalley, Lanzadera o Cink Emprende.; en lo social, UEIA.

Así que ahora mismo las principales diferencias entre incubadoras y aceleradoras son el estado del proyecto, el tiempo que se les va a “conceder” a las startups y finalmente  las métricas exigidas. Ahora que ya tenemos un poco más claro qué es qué…. ¿Qué debo mirar para ver qué me interesa?

Ahí empieza el peliagudo problema porque son pocas las incubadoras o aceleradoras que ofrecen datos, métricas que nos permitan analizar su “ratio” de éxito y ver cuál nos conviene más. Sería interesante saber, entre otros, su presupuesto anual , el tiempo promedio de los proyectos incubados/acelerados, nº de startups que han pasado por la incubadora/aceleradora, tasa de mortalidad de las startups incubadas o aceleradas, nº de empresas actualmente en incubación/aceleración, tiempo promedio de incubación/aceleración, TIR promedio de los proyectos, VAN promedio de los proyectos, facturación promedio de las startups por año, tasa promedio de crecimiento en la facturación de las startups incubadas/aceleradas, en el caso de que ofrezcan acceso a capital semilla o redes de inversores privados: promedio de seedcapital aportado a cada startup, promedio de capital levantado de inversores, porcentaje medio  en la participación de la startup.

Otras métricas, ahí ya más de cara a medir el impacto de las propias aceleradoras e incubadoras serían, por ejemplo, número de empleos creados por las startups que han pasado por incubación/aceleración, nº de patentes generadas, nº de startups por industrias, o facturación media de las startups incubadas/aceleradas; aunque si ya pudieran ofrecer impacto de su acción ¡ya sería increíble!

Antes de decidirte por una incubadora o aceleradora, trata de averiguar algunas de estas métricas, te podrán ayudar en tu decisión…  Y si no te han aceptado en ninguna de las que has optado, tranquilo, formas parte de la mayoría, ya que eso no significa que tu proyecto no tenga futuro o no valga, sino que el modelo de negocio de este tipo de empresas (incubadoras y aceleradoras) no permite albergar a muchas startups. Aún así existen otras opciones a las incubadoras y aceleradoras, donde puedes obtener tanto el acompañamiento que andas buscando, la formación necesaria y las soluciones que te ayuden a llevar adelante tu proyecto, como las nuestras!